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  • Foto del escritorDelia Angélica Ortiz

Los neurotransmisores de Cupido

Actualizado: 9 abr 2021

En 2020, leí en The Guardian un artículo sobre la adicción que genera el amor. Acá, la segunda parte del reportaje que publiqué, en 2012, sobre este tema para la revista QUO. Estas son "Las trampas del amor".


Por Delia Angélica Ortiz


El amor se reveló para los investigadores como una condición biológica para preservar la especie. ¿Qué se puede hacer para que esa cocktail de neurotransmisores que activan nuestro sistema de recompensas perdure con el tiempo?


La antropóloga neoyorkina Helen Fisher, experta en sexualidad, matrimonio y divorcio, desde el punto de vista evolutivo, ha dicho que se puede "engañar al cerebro".


No hay recetas mágicas. Quienes estudian a los cerebros flechados por Cupido recomiendan realizar actividades en pareja que detonen las moléculas del enamoramiento , pues ese cocktail de sustancias provocan que el cerebro se sienta bien con el ser amado.


Los llamados "corazones rotos" la pasan tan mal porque dejaron de recibir su dosis diaria de narcóticos.


Georgina Montemayor, anatomista de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que se ha fortalecido una corriente de expertos que asegura que podemos mantener ardiente la llama en las relaciones de largo plazo al producir de manera "artificial" las drogas involucradas con el amor.


"Con el tiempo, las parejas se dejan de tocar y dejan de convivir. Eso deteriora las situaciones de apego, sumado a los problemas económicos y a los cambios de visión. Pero si sabemos que la oxitocina es el mediador que nos permite prolongar la permanencia con la pareja, entonces podemos buscar producirla más", dice Montemayor.


"Cuando llego a la casa, siempre le digo a mi marido: Yo necesito que me abracen, así que me abrazas tú o me busco a alguien más", comenta.


Cuando se acaba la crianza de los hijos, hay que inventar otros proyectos. Si el enamoramiento en su fase inicial involucra dopamina, entonces se recomienda activar los circuitos dopaminérgicos con actividades novedosas o que conlleven una recompensa. Se vale arreglar la casa o emprender un negocio, porque eso se vincula a la producción de esta hormona que a su vez dispara los sentimientos de romance como efecto secundario.


Aunque hay quienes aseguran que aventarse en paracaídas con la pareja generará la misma descarga de adrenalina que el amor pasional, habrá que tomar en cuenta que aún no existen estudios específicos al respecto e incluso hay quienes advierten de los efectos negativos de la adicción a elevada dosis de narcóticos naturales.

El psicólogo Marvin Zuckerman, experto en sensaciones de alto riesgo y novedad, advierte además que los cazadores de emociones fuertes se aburren rápidamente de la misma pareja sexual porque se desarrolla tolerancia a las emociones excitantes, y por tanto el fastidio llega rápido. Este especialista de la Universidad de Delaware incluso considera que los altos niveles de dopamina se convierte en "enemigo de la estabilidad marital". Aunque la dopamina también estimula la producción de oxitocina, involucrada con la estabilización de las relaciones , pues es un opio natural que calma la ansiedad y tranquiliza la mente.


La bióloga estadounidense Sue Carter, actual codirectora del Centro Cerebro-Cuerpo de la universidad de Illinois, en Chicago, marcó un hito en el entendimiento de la oxitocina. Al estudiar las diferencias entre los ratones de la pradera y de la montaña, descubrió que los primeros eran empedernidamente monógamos porque tenían un mayor número de receptores encefálicos de oxitocina. Al bloqueárselos dejaban de formar parejas estables y se volvían promiscuos como sus parientes de la montaña.


Las farmacéuticas se han dado a la tarea de reproducir esta molécula de nueve aminoácidos. Sin embargo, las presentaciones disponibles para inhalar o para inyectarla vía intravenosa apenas garantizan que 10% sea absorbido por el organismo.


Las investigaciones del último lustro indican que la oxitocina se puede producir de manera natural al abrazar a otra persona, acariciar una mascota, con un masaje o un baño caliente, al mirar a otro a los ojos fijamente durante dos minutos, bailar o incluso rezar o recitar mantras.


En la Universidad de Carolina del Norte, la psicóloga Karen Grewen encontró que los abrazos incrementan la producción de oxitocina y reducen el riesgo de enfermedades cardiacas, porque detienen la producción de cortisol, relacionado con la hipertensión arterial y el estrés.


Cuando las parejas se abrazan, durante 20 segundos, sus niveles de oxitocina se elevan en distintos grados.



Hay terapeutas que incluso dicen que se requieren cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenernos saludables y 12 para crecer, de acuerdo con una investigación que realizaron con niños huérfanos, autistas o con cáncer. En todos los casos, la producción de oxitocina con abrazos estimula la efectividad, la confianza, el cariño e incluso una recuperación más rápida de los infantes.


Se trata de estudios que están en la frontera de conocer las potencialidades reales de estos neurotransmisores, pues hay nuevos estudios que indican que los niveles de oxitocina también están relacionados con la creación de prejuicios. En la Universidad de Ámsterdam observaron que un grupo de holandeses que habían inhalado oxitocina era más proclive a relacionar a sus compatriotas con palabras y emociones positivas complejas, contrario a lo que ocurría cuando les presentaban a otras nacionalidades.


La explotación y el análisis para determinar cuanto va a durar una relación o cómo hacerla durar incluyen investigaciones en comunidades africanas, brasileñas, haitianas y afroestadounidenese, en donde las mujeres acostumbran preparar comidas con sangre menstrual —rica en feromonas— para alimentar y retener a maridos y novios, como ha identificado Robert T. Francoeur, profesor de la sexualidad humana y autor de la Enciclopedia Internacional de la Sexualidad.

¿Todo es química? Fisher ha respondido que sí. Lo ilustra con pastel de chocolate. Uno puede conocer todos y cada uno de sus ingredientes, pero incluso así, sabiendo a qué sabe, a uno le gusta sentarse a disfrutar de una buena rebanada.


No existe consenso. El psicólogo estadounidense Robert Epstein asegura que los elementos culturales son determinantes, como ocurre en la India donde aún se defienden los amores arreglados con el dicho: "Primero llega el matrimonio, luego llega el amor". Incluso él se embarcó en el experimento de enamorarse de una extraña mediante "un contrato de amor".


Epstein ha encontrado que la unión entre las personas se incrementa gradualmente cuando han convivido en in matrimonio largo. En sus mediciones, las parejas casadas durante casi 20 años decían haber incrementado el amor por sus cónyuges de 3.9 a 8.5, en una escala de 10.


El sociólogo José Luis Trueba, autor de 101 preguntas sobre el amor y el erotismo, asegura que nadie es capaz de predecir cuánto va a durar una relación. Ha estado casado por tres décadas y ha dedicado todos sus libros a su esposa. "El amor no trae fecha de caducidad. Esos amores profundos, los de a de veras, solo tienen un límite: la muerte".


* La nota al calce de este artículo es que una vez que se acaba la efervescencia los neuro transmisores, hay que tener cuidado de no caer en la tentación del mal llamado "amor romántico", que organizaciones como la Fundación Marie Stopes identifican como aquellas ideas o creencias no necesariamente ciertas que fueron construidas socialmente para dictar el actuar en una relación de pareja y tener ciertas expectativas de la misma.





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